VIGÉSIMO CUARTA EDICIÓN
Categoría: Vídeo
Seguro que cualquier usuario de fotografía, tanto digital como analógica, se ha pensado más de una vez si cargar o no con el trípode. Actualmente éstos son cada vez más ligeros y fáciles de transportar para que no se conviertan en un “engorro” para los fotógrafos, ya que son muy útiles en multitud de ocasiones. Sobre todo para captar imágenes en movimiento, cuando hay poca luz o, en definitiva, cuando se utilicen velocidades de obturación lentas.
Además, no hay que olvidar que existen mini-trípodes que pueden sacar de más de un apuro a cualquier fotógrafo, ya que son ligeros y de reducido tamaño, pudiéndose transportar en la misma bolsa donde guardamos la cámara.
LA ELECCIÓN DEL TRÍPODE
La fotografía, como todos sabemos tiene muchas modalidades y en cada una tenemos que saber elegir qué material usar en ellas porque condicionan totalmente nuestros resultados. Aunque en fotografía, con paciencia y ganas, pocas cosas hay imposibles.
El trípode es un elemento muy importante, desde los inicios de la fotografía y aún lo es ahora. Es cierto que en muchas ocasiones es una carga para nuestras espaldas y que puede resultar inútil a veces. Sin embargo lo bueno que nos puede dar y las posibilidades que nos abre con su uso compensa totalmente incorporarlo en nuestros accesorios básicos de fotografía.
Algunos ejemplos de fotografía que puede precisar de trípode son los paisajes, las panorámicas, tomas nocturnas, los macro y también las largas exposiciones como puede ser la bruma del agua en un río. ¿CÓMO ES UN TRÍPODE?
Las patas
Un trípode como su nombre indica es un soporte de 3 patas y que en la gran mayoría que encontramos en el mercado son extensibles. Normalmente son de 2 segmentos, 3 o incluso 4. Eso significa que dentro del primer segmento, cuando el trípode está plegado en su totalidad, en el primer caso (un modelo de sólo 2 segmentos), no se ve el segundo segmento ya que está “escondido” dentro del primero. Es muy importante la cantidad de segmentos que tenga un trípode ya que de eso repercute una gran parte de la estabilidad y la posibilidad de reducir su tamaño cuando está plegado.
Cuantos más segmentos tiene un trípode más inestabilidad tiene aunque al tener más extensiones permite reducir más el tamaño cuando está recogido. Como punto positivo tambien a un trípode con pocas secciones es que tardaremos menos en desplegarlo y ajustar sus cierres. Estos cierres suelen ser de tipo “click”, de maneta o de rosca. Las patas, en sus puntas tienen una cubierta de goma en la gran mayoría, pero en varios modelos se permite la posibilidad de cambiarlos por pinchos de metal que se pueden adaptar mejor en algunos terrenos donde las patas de goma no funcionan tan bien. En algunos casos se hace una versión 2 en 1 que incorpora el pincho de metal con rosca en el eje donde hay un disco de goma que se puede llevar hasta la punta para poder usar un tipo u otro según las necesidades del terreno. Hay un tipo más, los calzos de nieve, que son unos discos anchos de goma que dan mejor adherencia en este terreno tan complicado como es la nieve. Otra característica que debemos fijarnos a la hora de elegir un trípode es la capacidad que tienen sus patas para abrirse. Algunas tan solo permiten una posición, cerca de los 45 grados, o cuando están plegados a 90. Otros sin embargo, permiten inclinar sus patas en más de una posición, incluso en algún caso a 0 grados, cosa que nos permitirá usar la cámara prácticamente a ras de suelo. Cada pata debe poder ajustarse a una altura diferente no sólo de sus segmentos sino tambien en el caso de poder abrir en más ángulos que el estándar. Como ejemplo puede ser que una se pueda ajustar a 30 grados, y las otras dos a 15, o los ángulos para el que está diseñado el trípode. Algunos trípodes tambien incorporan un nivel de burbuja, cosa que nos puede resultar práctico para ajustar con bastante exactitud el trípode y no tener que hacerlo a “ojímetro”.El eje
Es la parte que nos permite una vez abiertas las patas, ganar esa altura que nos falta o bien ajustarlo rápidamente a nuestra estatura para poder encuadrar cómodamente. Sin embargo, cuanto más desplegado y arriba está el eje respecto a las patas del trípode, más inestabilidad tendrá, lo que influye en tener más sensibilidad al movimiento.
En algunos trípodes se permite situar el eje en posición horizontal, algo que ayuda mucho en algunas situaciones de fotografía macro o bien cuando la apertura de las patas nos hacen de tope para acercarnos lo suficiente a nuestro motivo. Tambien es usado en muchos modelos la opción de invertir el eje para fotografía a niveles muy cercanos del suelo pero con este método es realmente incómodo observar por el ocular de la cámara ya que se encuentra entre las patas del trípode, y demasiado cercano al suelo.
Los materiales
En los inicios, los trípodes de fotografía eran de hierro y de madera pero poco a poco han ido mejorando los materiales. Hoy en día podemos disponer de excelentes aleaciones y elementos para incorporar en los trípodes. Lo más habitual tanto para las patas como los cierres y otras partes son el aluminio, magnesio, fibra de carbono, plástico y goma.
Es importantísimo contemplar el peso del equipo con el trípode que vayamos a usar. Como su principal función es dar estabilidad, los trípodes de “peso pluma” poco nos van a servir y aunque de plomo sería lo ideal, está totalmente reñido con la usabilidad y más aún con nuestra espalda. Es importante que pese pero teniendo en cuenta que muchas veces nos lo tenemos que llevar de caminata y conviene no convertirlo en un lastre.
Los cierres, roscas y todas esas partes, son preferibles de materiales resistentes, como el metal. Conseguiremos más firmeza y durabilidad porque habremos eliminado posibilidades de rotura que si fueran de plástico.
En cuanto a las secciones de las patas y el eje, pueden ser de aluminio o bien de fibra de carbono. Aunque estos últimos habían sufrido roturas en las primeras versiones que se fabricaron, creo que ahora ya están en disposición de ser buenos candidatos. El aluminio es más pesado, lo que da un poco más de agarre en caso de mucho viento, pero los de fibra de carbono aún siendo razonablemente menos pesados, logran muy buena estabilidad.
LAS RÓTULAS
Una parte imprescindible de los trípodes es su inseparable amiga, la rótula. Es este elemento lo que nos permitirá inclinar, rotar y pivotar nuestra cámara en el ángulo que más nos convenga. Veremos como hay de varios tipos y que cada uno nos da unas posibilidades, unos inconvenientes y unas ventajas.
Podemos englobar las rótulas en 3 famílias que cada una, por su naturaleza, será más práctica para una determinada especialidad que otra.
Están fabricadas a base de metal, plástico y/o magnesio según modelos, afectando cada uno en la robustez resultante de la misma. Algo que nos ayudará a la hora de ajustar nuestra cámara es que disponga de nivel/es de burbuja como tambien es muy prácitco disponer de graduación en los ejes de giro. Como último punto sobre las características de una rótula es sin duda, una gran ventaja que podemos encontrar en su mayoría, y es el uso de una zapata rápida. No es más que una base de metal que se enrosca a la base de nuestra cámara y que permite acoplarlo a la cámara ajustándolo con una palanca de acción rápida ahorrando tiempo cada vez que se quiere dar uso al trípode. De esta forma mejora considerablemente ante la opción de enroscarlo cada vez al soporte de la rótula.
Rótulas 3D
Estas son las más habituales y una de sus carácterísticas principales son un buen control, individual, de cada eje de giro. Es el tipo de rótula más extendida y tiene una gran versatilidad. Como inconveniente de este tipo de rótula es que la mayoría tienen bastante aparatosidad dado el tamaño de las empuñaduras de ajuste.
El sistema que usan de fijación consiste en 3 mandos cilíndricos que rotando sobre su mismo eje, provoca la presión o afloje de esa vía. Hay 3 vías, las direcciones hacia donde nos permite inclinar la cámara: inclinación, rotación y pivotación.
Rótulas de cremallera
Si no tenemos oportunidad de tocar ninguna, nos podrá parecer que estas rótulas son exactamente igual que las 3D, pero veremos que mecánicamente tienen un funcionamiento distinto.
Las de cremallera son muy usadas en fotografía de estudio pero tambien ofrece muchas ventajas en otros campos. Es una rótula de precisión, robusta, que combina el control de cada eje de giro independientemente así como un movimiento micrométrico para afinar al milímetro el encuadre con nuestra cámara.
En vez de un sistema de liberación por presión, funciona de forma que moviendo la empuñadura de cada eje, se va desplazando poco a poco el ángulo de giro sin liberar el movimiento. Con un sistema de engranajes permite que no perdamos el control del encuadre en ningún momento como sí puede pasar en las de tipo 3D. Así tenemos un ajuste increíblemente preciso.
Un inconveniente, el peso, ya que la mayoría de ellas no destacan por su ligereza dada su robustez y para según qué propósito, puede resultar algo excesivo soportar su carga junto al ya de por sí pesado trípode.
Rótulas de bola
Dentro de la família de rótulas tambien hay las de bola, que habitualmente tienen unas dimensiones inferiores a las 3D y de cremallera ya que los mandos de ajuste no están tan sobredimensionados como estas últimas.
Son bastante usadas para super-teleobjetivos luminosos, como los de 300mm, 400mm, etc. Su mecanismo consiste en hacer presión a una bola de metal, conectada mediante un eje muy corto, a la zapata. Dentro del receptáculo donde está la bola, cuando está liberada le permite tomar cualquier dirección en los 3 ejes posibles: horizontal, vertical e inclinación lateral. En algunos modelos incluso se ha permitido la opción de bloquear el eje horizontal, por ejemplo, para realizar panorámicas y tambien en algunos modelos se les ha incorporado el ya mencionado nivel de burbuja y las marcas de los grados de los ángulos horizontales en la base de la rótula.
Las hay razonablemente ligeras y más pesadas, según la capacidad de soportar peso que tenga cada una.
Actualmente, en el mercado de trípodes para usuario avanzado y profesional de equipos medios y grandes hay dos marcas.
La primera, Manfrotto es la más popular y con un amplio catálogo de productos, trípodes, rótulas y otros accesorios pensados para cada tipo de necesidad. Esta marca trabaja en un segmento que va desde el
usuario amateur avanzado con conjuntos bastante asequibles de trípode con rótula hasta los profesionales más exigentes tanto de naturaleza como de estudio. Tienen sede en Italia, y aunque durante muchos años en Norteamérica se han hecho llamar “Bogen”, renombrando tambien muchos de los códigos de modelo de su catálogo, recientemente han adoptado la postura de recuperar su nombre originario tambien allí. En mi opinión esto es lo más recomendable para el usuario, para unificar mundialmente la numeración de los modelos.
La segunda marca, es Gitzo, fundada en 1917 copa una parte del mercado dedicado al usuario más exigente y al profesional, ya que tanto su calidad como sus precios están al alcance de pocos. De todas formas, sin duda que comprar un Gitzo es una sabia elección que nos reportará muchas satisfacciones. Ellos fueron los pioneros en desarrollar el primer trípode de fibra de carbono para fotografía.
LAS ÚLTIMAS NOVEDADES
Son varias las innovaciones dentro del campo de los trípodes y rótulas que han incorporado los fabricantes.
Gitzo recientemente ha incorporado los trípodes “leveling”, una modificación de los modelos G1227 y G1228 de fibra de carbono con la incorporación de un eje central que puede ajustarse en un ángulo de hasta 12 grados para nivelarlo de forma muy rápida cuando lo ajustamos en terrenos irregulares como desniveles, rocas, nieve…en vez de ajustar las patas una por una (tarea odiosa y lenta en esos terrenos accidentados).
Manfrotto por su parte ya tiene un sistema de nivelación parecido al de Gitzo, que proviene de las rótulas profesionales de vídeo. Se puede comprar el eje central como accesorio a la tradicional gama de trípodes o bien alguno ya especialmente concebido con ese propósito.
Por otro lado Manfrotto tambien ha presentado otras novedades como es el trípode y monopie de la serie Neotec, modelos 458B y 684B respecitvamente. Sus virtudes principales son la facilidad de ajuste de las patas ya que se liberan todas las secciones de la pata apretando un solo botón por pata. Esto resulta tremendamente práctico a la hora de abrir el trípode ya que ahorra tiempo en el ajuste de las patas y los cierres. En el caso del trípode se ha mejorado algo el diseño y la ergonomía, y como otros modelos de Manfrotto permite situar el eje central en posición horizontal.
Otra novedad destacable es una nueva rótula, de bola, la 468MG de Manfrotto. ¿Qué tiene de especial? Los materiales de fabricación y el sistema de bloqueo de la bola. Este modelo está fabricado en magnesio, lo que le permite soportar más peso sin añadirlo en el propio de la rótula, e incluso rebajándolo. Me explico: según el sistema de zapata que lleve, ya que se presenta con distintas opciones, puede soportar entre 10 y 16 kg, con un peso de la rótula de entre 600 y 800 gramos.
LO QUE NOS DEPARA EL FUTURO
Viendo las últimas novedades de los principales fabricantes de trípodes nos da la posibilidad de entender cuales van a ser las tendencias en los futuros trípodes y rótulas.
Se tendirá a usar materiales más ligeros en ciertas partes como el magnesio, siempre en consonancia con un peso razonable para no descompensar los trípodes frente al viento y otros factores condicionantes. Tambien se mejorará en sistemas de apertura y ajuste para que sean más rápidos y cómodos. La combinación de la liberación de cada pata con un solo botón y no cierre individual por sección y la columna central ajustable en ángulo ya es un paso muy importante.
Y luego lo de siempre, hacer los productos más ergonómicos y cómodos para transportar y ajustar, con buenos cierres, manetas…
Autor: Karbonato
Comentarios recientes