Los Triatletas segovianos Jose Miguel Herrero y Raúl Gómez se presentan al mítico Ironman de Lanzarote.
Los segovianos Jose Miguel Herrero y Raúl Gómez Huertas, pertenecientes al Club Triatlón Segovia 2016, disputarán este sábado 24 de Mayo el XVII Ironman Lanzarote Canarias Triatlón, una de las pruebas más duras del calendario mundial donde los cerca de 1200 triatletas participantes tratarán de conseguir alcanzar la línea de meta como único objetivo.
Ambos llevan preparándose muy duro para esta prueba desde comienzos de temporada, con vistas al Triatlon Ironman de Lanzarote. En estos últimos ocho meses la preparación ha consistido en una media semanal de; 15 Km. de natación, 400 Km. de ciclismo y 50 Km de carrera. El calor sofocante y el fuerte viento hacen de este triatlón de larga distancia el posiblemente más duro del mundo.
El triatlón comenzara a las siete de la mañana, desde la playa del Puerto del Carmen, horas antes, sobre las cuatro de la mañana los triatletas deberán tomar un importante acopio de hidratos de carbono, un buen desayuno.
Después de los 3800 metros de natación comienza el segundo sector del triatlón, 180 km de ciclismo, con 2500 metros de desnivel positivo acumulado.
A través de las montañas de lava de Lanzarote, los triatletas recorren casi toda la isla, pasando por parajes como: las Montañas del Fuego, el Mirador de Haría y el Mirador del Río.
En esta parte juega un papel importante la hidratación y alimentación en la que los triatletas deberán beber más de 5 litros entre agua y sales minerales.
El último sector con 42,195 Km, una maratón, se desarrolla en el paseo marítimo del Puerto del Carmen, donde se concentra el numeroso público, en su mayoría extranjero, que anima a cada uno de los participantes.
En esta prueba mítica para todo triatleta lo más importante es llegar a cruzar la línea de meta, lo peor, sin duda, no acontece el día de la prueba, sino durante los meses previos; el día D, la historia y leyenda de la competición se alían con el triatleta y le ayudan a terminar; también por supuesto y como no podía ser de otra forma, el entrenamiento y la mentalización. Pero tampoco estrictamente el entrenamiento de los meses previos, sino el de toda una vida.
Aquí la suerte no existe, solo el trabajo. Al Ironman se le debe respetar, enfrentándose a él con las armas de que se dispongan en función de la preparación realizada, conociendo los propios límites para no rebasarlos, porque en un solo zarpazo, en un descuido, el monstruo te lo puede arrebatar todo.
Fdo.- Israel Tapias Revenga.
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