Palazuelos ha presentado en dos meses cinco nuevos planes para la urbanización de terrenos
Las propuestas prevén edificar 4.496 viviendas en un pueblo que ahora tiene tres mil habitantes
Palazuelos de Eresma está en el punto de mira. La nueva urbanización de terrenos dentro del término municipal ha encendido todas las alarmas en un momento especialmente delicado en materia de recalificaciones urbanísticas. El alcalde, Domingo Asenjo, de Izquierda Unida, niega que haya habido recalificación alguna y asegura que lo único que se ha hecho ha sido «despertar» un proceso que está amparado por las Normas Subsidiarias aprobadas en 1980 dentro de unos mecanismos de control que el Ayuntamiento ejerce.
Sin embargo, son muchas voces las que se alzan contra el «tsumani urbanizador» que vive Palazuelos de Eresma. Asociaciones vecinales como Ciudadanos por Segovia y colectivos ecologistas como Centaurea, Amigos de las Cañadas, La Vereda y Protejamos las Calderas han criticado con dureza la política urbanística de Asenjo, pues consideran que la oferta resiencial estará sobredimensionada, que el abastecimiento de agua no está garantizado para el volumen de población que está por llegar y que el impacto paisajístico de las nuevas construcciones será «irreversible» en una zona situada a los pies de la sierra de Guadarrama y del futuro Parque Nacional.
Estos colectivos ciudadanos han presentado alegaciones contra las dos últimas macrourbanizaciones proyectadas por el Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma. Se trata de los planes parciales denominados El Pontón I y El Pontón II, que prevén la construcción de 1.406 y 924 viviendas al pie del cerro de La Atalaya, junto al embalse del Pontón Alto.
Para los ecologistas, el impacto paisajístico que tendrá el ladrillo en el área será «severo e irreversible», pues las edificaciones desfigurarán la vista de la sierra de Guadarrama y constituirían un amplio frente urbanizado al pie de un espacio natural protegido que forma parte de la red europea de conservación Natura 2000 y de la red de espacios protegidos de Castilla y León. «La zona afectada por los planes parciales es área de campeo de grandes rapaces e incluye el buitre negro, el buitre leonado, el águila real y el águila imperial ibérica, éste en peligro de extinción». Los denunciantes subrayan asimismo que el incremento de las extracciones de agua del cercano río Cambrones -el plan prevé sacar de su caudal parte de los recursos hídricos necesarios para abastecer a estas urbanizaciones- producirá un impacto crítico sobre una de las especies de vertebrado más singulares y escasas de la sierra, el llamado desmán de Pirineos.
Batería de planes
Los colectivos ciudadanos y ecologistas recuerdan que en un plazo de dos meses el Ayuntamiento de Palazuelos ha sacado a información pública cinco nuevos planes parciales que se suman a los que ya se encuentran aprobados y en desarrollo.
A principios del mes de agosto, el Consistorio presentó el denominado Plan Parcial Los Llanos del Pontón para construir 1.722 viviendas entre el embalse del Pontón Alto y la carretera de La Granja a Torrecaballeros. Semanas después se sumaron el Plan Parcial El Valle (286 viviendas en el eje La Granja-Segovia) y el Plan Parcial La Alamedilla (158 viviendas en la margen izquierda del río Eresma, en las inmediaciones de la fábrica y los almacenes de DYC). Ya en septiembre vieron la luz pública los dos últimos planes objeto de las alegaciones más recientes: El Pontón I (1.406 viviendas) y El Pontón II (924 viviendas), situados junto a Los Llanos del Pontón.
Los planes parciales que tramita el municipio tienen su base jurídica en las Normas Subsidiarias de Palazuelos de Eresma, aprobadas en 1980, hace más de veinticinco años. Estas normas clasifican amplias extensiones del término municipal como «suelo apto para urbanizar» o «suelo urbanizable». Los ecologistas creen que están «obsoletas» y son una «reliquia de la planificación inconsciente y desordenada» de aquella época.
CARLOS ÁLVARO/SEGOVIA
El Norte de Castilla