Cuando se escala, sea entrenamiento o escalada en forma, se cometen algunos errores. Tom Hochholzer y Völker Schoeffl, autores de Ni un movimiento de mas… te proporcionan unos consejos para cuando escales y que no tengas problemas de lesiones.
- Demasiados intentos en la misma vía o del mismo movimiento con pequeños periodos de recuperación, como ocurre cuando ensayamos nuestro proyecto, es peligroso. Si te encuentras repitiendo una y otra vez el mismo paso, lo inteligente sería probar una vía más fácil.
- El descanso entre intentos a vías que queremos encadenar y que están en nuestro límite debería durar alrededor de 60 minutos. Treinta minutos se podría considerar absolutamente mínimo y probablemente poco efectivo (¡porque te tocará hacer otro intento!).
- Intentar volver a agarrarte cuando ya estás cayendo no es una opción. Las lesiones de poleas se producen frecuentemente en esta situación, y las articulaciones del codo y el hombro son sometidas a una cantidad considerable de estrés si tu mano, de alguna manera, sobrevive a ello.
- No deberías hacer lanzamientos largos ni tirar de monodedos a menos que sea absolutamente necesario.
- Si analizas los síndromes de tus sobrecargas y piensas que pueden estar relacionados con un estilo de escalada (como utilizar sin flexionar los codos o regularmente dejarse caer a una posición de brazos completamente estirados), deberás realizar un entrenamiento especial. Necesitarías dedicar unas cuantas sesiones de escalada para aprender a moverte de otra manera. ¡Tómate tu tiempo para hacerlo! ¡Tu trayectoria deportiva durará más!
- Deberías parar de escalar siempre que sientas un dolor repentino, a no ser que sea el típico dolor superficial causado por la rugosidad de la roca.
- Escalar con presas artificiales es más intenso que escalar al aire libre. Las presas deberían tener formas anatómicas, y entre bloque y bloque deberíamos introducir descansos largos.
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